miércoles, 12 de octubre de 2011

MOTIVACION by Paco Raptor

No les ha pasado que muchas veces por no decir en todas las ocasiones lo primero que te cuestionan después de una competencia es ¿en qué lugar llegaste?... ¿Cómo les cae esta pregunta? Bueno depende de quien venga y de cómo la planteen, el caso es que para un deportista amateur o recreativo es muy importante mantenerse motivado y muchas veces estas clases de preguntas no ayudan a menos de que psicológicamente estés preparado para dar una respuesta que no te afecte o te ponga a pensar en tu desempeño… Aquí lo importante es que lo LOGRASTE…

La mayor motivación siempre es concluir los retos que nos pongamos enfrente, no importa el cómo, no importa el cuanto… y como lo hiciste… si caminaste, si te paraste, si te sentaste o si descansaste lo importante es terminar…Un estudiante sufre, lucha, va contra todo, ya que su mayor motivación es lograr graduarse, un trabajador o empresario, día a día se esfuerza y lucha por sacar su empleo o empresa adelante con la motivación de un beneficio económico, así un atleta llámese profesional, amateur o recreativo tiene muchos obstáculos que día a día tiene que superar y su mayor motivación siempre es y será cruzar esa meta para la cual se preparo.

La motivación y el mantenerte motivado siempre te llevara a ser un mejor ser humano a encontrar un crecimiento espiritual que te ayudara a enfrentar cualquier cosa, reto o aspecto con el que te tengas que lidiar en la vida.

Una persona motivada, inspira y motiva a los demás eso tenlo por seguro…

NUNCA dejes de motivarte y darte ánimos… TÚ siempre podrás lograr TODO lo que te propongas…

MOTIVATE para luchar, perseverar, alcanzar y tener EXITO en la vida…

Explota esa fuerza interior…que te ayudara a lograr tus objetivos…

Paco Raptor

miércoles, 5 de octubre de 2011

Lo que se necesita para ser número uno

Lo que hoy les presento es un discurso de Vincent Vince Lombardi, entrenador de los Green Bay Packers en el Tazón del hielo.


Actualmente este discurso es utilizado para motivar tanto a jugadores de fútbol americano en todo el mundo como a empresarios, trabajadores e incluso estudiantes.

Ganar no es algo momentáneo, es algo permanente. Uno no gana de vez en cuando, uno no hace las cosas bien a veces, uno hace las cosas bien siempre.

Ganar es un hábito y, lamentablemente, también perder. No hay cabida para un segundo lugar. En mi juego, sólo existe un lugar: El primero. He terminado en segundo lugar dos veces desde que estoy en Green Bay, y no quiero volver a terminar segundo nunca más.

Hay un juego para el segundo lugar, pero es un juego de perdedores, jugado por perdedores. El americano siempre ha mostrado entusiasmo por ser el primero en todo, y por ganar, y ganar, y ganar. Cada vez que un jugador de fútbol ingresa a la cancha, tiene que jugar poniendo todo el cuerpo: Desde la planta de los pies hasta la cabeza. Interviene cada parte del cuerpo. Algunos juegan con la cabeza, y está bien. Uno debe ser inteligente para ser el primero en cualquier actividad a la que se dedique.

Pero lo más importante es que debemos jugar con el corazón, con cada fibra del cuerpo. Si uno tiene la suerte de encontrarse con alguien que use la cabeza y el corazón, esa persona nunca va a salir segunda. Estar a cargo de un equipo de fútbol no se diferencia en nada de dirigir cualquier otra clase de organización, ya sea, un ejército, un partido político o una empresa.

Los principios son los mismos. La mira está puesta en ganar, en derrotar al otro. Tal vez suene duro o cruel. Yo creo que no. Es una realidad que el hombre es competitivo, y que en los juegos más competitivos intervienen los hombres que más compiten, y es por eso que están allí: para competir. Una vez que ingresan al juego, deben conocer las reglas, los objetivos. El propósito es ganar limpiamente, como es debido y siguiendo las reglas, pero ganar.

A decir verdad, nunca conocí a alguien respetado por su trabajo que, a la larga, en lo más profundo de su corazón, no aprecie el trabajo intenso, la disciplina. Todo hombre bueno desea disciplina y enfrentar la cruel realidad que implica un combate cuerpo a cuerpo. No digo esto porque crea en la naturaleza bruta del hombre o en que el hombre tenga que ser una persona insensible para competir. Creo en Dios y en la decencia del ser humano.

Sin embargo, creo firmemente que la hora más preciada de cualquier hombre -el mayor logro de todo aquello que considera importante- es cuando, después de haber trabajado hasta el cansancio por una buena causa, se recuesta en el campo de batalla, agotado y victorioso.

Vincent Lombardi

Coach de los Empacadores de Green Bay (1967)